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RB Franco Harris, miembro del Salón de la Fama, 72 

Llegó a la NFL como primera ronda del Draft en 1972 y finalizó esa temporada con 1,055 yardas por tierra, un promedio de 5.6 por acarreo y 10 touchdowns a pesar de haber sido titular sólo en 10 de los 14 partidos, convirtiéndose en el quinto novato en la historia de la NFL en correr para 1,000 yardas. Creó lo que se le reconoce como la "Mejor Jugada en la Historia de la NFL", corriendo hacia el balón, simplemente haciendo lo que le habían enseñado a hacer. Fue nombrado el Jugador Más Valioso (MVP) del Super Bowl IX, el primer campeonato en la historia de una franquicia que llevaba 41 temporadas sin lograrlo. Durante una década en la que su equipo ganó 4 Super Bowls y fue titular en 17 partidos de postemporada, anotó 17 touchdowns. Fue seleccionado para ingresar al Pro Football Hall of Fame en su primer año de elegibilidad. 

"Franco era el corazón y el alma de nuestro equipo", dijo Joe Greene, un hombre que lo sabía. "Cuando Franco llegó, nos convertimos en los Pittsburgh Steelers. Franco sacó a los Steelers de la época oscura." 

Franco Harris fue un gran jugador de futbol americano. También hay muchas pruebas de que era aún mejor ser humano. 

"Cualquier persona que acudía a él con un interés benéfico, Franco siempre respondía favorablemente", afirma Joe Gordon, cuyo cargo durante los años 70 era de Director de Relaciones Públicas, pero era en realidad mucho más. "Lo más significativo fue la Promesa de Pittsburgh. Ha sido presidente de la Promesa desde sus inicios. Aportó una gran cantidad de capital inicial y ha participado activamente durante todo el proceso. Es un programa muy especial que ofrece becas a los graduados de las escuelas públicas de Pittsburgh. Se han beneficiado más de 2,000 jóvenes del programa." 

Más de Gordon: "Recuerdo que cuando era un novato, hubo una petición del Children's Hospital, había un niño pequeño que era un gran fan de los Steelers y quería conocer a un jugador. Fui al vestidor después del entrenamiento y dije: '¿Hay alguien aquí, interesado en ir al Children's Hospital a visitar a un niño muy enfermo?'. Hubo un silencio durante un tiempo y Franco se acercó a mí, cuando él era un novato, y me dijo: 'Yo iré'. Era típico de él. Hizo muchas cosas de ese tipo. Su contribución a la comunidad de Pittsburgh fue mucho mayor de lo que logró en el campo de futbol americano." 

Dan Rooney dijo alguna vez: "Es uno de los mejores y considerados, seres humanos que he conocido." 

El miércoles por la mañana llegó la noticia de que Franco Harris, de 72 años, había fallecido durante la noche. No se dio a conocer la causa de su muerte.

En el calendario de la temporada regular 2022 de la NFL se marcaron dos celebraciones históricas: el 50º aniversario de la temporada perfecta 17-0 de los Miami Dolphins, y el 50º aniversario de la Recepción Inmaculada, la ya mencionada "Mejor Jugada en la Historia de la NFL", el único acontecimiento que encendió la transformación de la franquicia de los Steelers de moribunda a temida en aquella década.

El equipo había planeado un fin de semana repleto de eventos relacionados con la Recepción Inmaculada, incluyendo el retiro del No. 32 de su jersey durante el medio tiempo del partido entre Steelers - Raiders que se jugará el sábado 24 de Diciembre a las 8:15 pm ET. 

"Es difícil encontrar las palabras apropiadas para describir el impacto que tuvo Franco Harris en los Pittsburgh Steelers, sus compañeros de equipo, la ciudad de Pittsburgh, y en la Steelers Nation. Desde su primer año, que culminó con la Recepción Inmaculada hasta los últimos 50 años, Franco nos llenó de alegría dentro y fuera del campo. Nuestros pensamientos y oraciones están con su esposa Dana, su hijo Dok, y toda su familia en este momento difícil." 

FOOTBALL PRIMERO

Hijo de padre afroamericano y madre siciliana, Harris nació en Fort Dix, Nueva Jersey, y de niño, siempre creyó que seguiría los pasos de su padre hacía una carrera militar. Pero después la familia se mudó a Mount Holly, N.J., y fue entonces cuando se le abrió otra puerta.

Fue en Rancocas Valley Regional High School donde Harris empezó a atraer el tipo de atención que lo llevó a obtener una beca de futbol americano para Penn State. Con los Nittany Lions, Harris fue un complemento de Lydell Mitchell, aunque terminó su propia carrera universitaria con 2,002 yardas y 24 touchdowns. Pero los Steelers buscaban más allá de los números y a más que un jugador. 

"Lo que me impresionó de Franco fue que al salir de Penn State, no era el back No. 1, pero mostró disposición de trabajar", dijo Bill Nunn, quien terminó en el Salón de la Fama por su capacidad para identificar y evaluar el talento que impulsó a los Steelers a cuatro campeonatos en 6 temporadas en la década de los 70s. "En aquel primer día de entrenamiento, corrió todo hasta la línea de gol, y tenía esos pies rápidos." 

Harris empacó mucha inquietud en el equipaje que trajo de Nueva Jersey después de la llamada telefónica que recibió el 1 de Febrero de 1972, cuando la voz al otro lado dijo: "Felicidades, has sido seleccionado por los Pittsburgh Steelers." Al principio, la inquietud se centraba en unirse a un equipo que nunca había ganado nada. Sí los Steelers ya tenían una vitrina de trofeos, estaba vacía.

Después de que Harris llegara y viera a su nuevo equipo y el nivel de talento de muchos de los jugadores que lo componían, su inquietud se transformó en un: "¿puedo construir a este equipo?". Así de oportuna fue su llegada. Harris era el único que tenía esa sensación, porque el mejor jugador de los Steelers en ese momento se preguntaba lo mismo acerca de la nueva selección de primera ronda del equipo.

"Franco tenía el hábito de correr hasta la línea de golpeo, pararse y ver a su alrededor, ver a su alrededor, ver a su alrededor. No paraba de hacerlo", dijo Greene. "Dije, 'Oh, wow, nos conseguimos a uno defectuoso." 

Los Steelers jugaron seis partidos de exhibición ese verano, y el tercero fue contra los Falcons en Atlanta. Sólo otro partido de exhibición. No significaba nada. Hasta que significó todo.

"Jugamos un partido de pretemporada en Atlanta, e hizo lo mismo que hacía en los entrenamientos", dijo Greene. "Empezaba en una dirección, se paraba y luego volvía en la dirección contraria. Y de repente, despegó. Corrió 75 yardas, y creo que yo corrí por la banda lateral con él la mitad del camino. Dije, 'Oh Dios mío. Tenemos uno bueno. Tenemos uno bueno' ."

Greene estaba convencido, lo que siempre significaba que el resto de los jugadores veteranos no necesitaban mucho tiempo para estar de acuerdo, también. Pero Harris todavía tenía que convencer a Chuck Noll, quien no lo hizo titular de inmediato y verlo hacer una ganancia de 79 yardas en 26 acarreos durante los primeros cuatro partidos justificaba esa decisión. Pero Harris fue titular en el quinto partido, logró las 100 yardas por primera vez en una victoria contra los Oilers, y los Steelers se pusieron en marcha. Con la promesa de no permitir que Noll lo volviera a dejar en la banca, Harris corrió para más de 100 yardas en 7 de los siguientes 8 partidos, y los Steelers estaban 7-1 en esos juegos. Incluso un chico que acabaría en el lado equivocado de la Recepción Inmaculada podía ver lo que estaba sucediendo. 

"Él llevó a ese equipo", dijo el linebacker de Oakland Phil Villapiano, titular en el equipo de los Raiders que enfrentó a los Steelers en el primer partido de la temporada regular de 1972 y después, en la Ronda Divisional de esos playoffs. "Él era la base de ese equipo. A medida que Franco iba, era como iban los Steelers, y así es como iba esta ciudad." 

La Recepción Inmaculada está oficialmente registrada por la NFL como un pase para touchdown de 60 yardas de Terry Bradshaw a Harris, pero fue mucho más. Esa jugada marcó el cambio en los Steelers, que pasaron de ser una franquicia de 39 años que nunca había ganado un solo partido de playoffs o un campeonato, a una que tiene 36 victorias en postemporada y seis Trofeos Lombardi. 

Su padre había dicho palabras similares en un ambiente informal, y Dan Rooney las mencionó ante un micrófono en vivo durante su ingreso al Salón de la Fama en el 2000: "En 1972, Franco Harris llegó a los Steelers. Después de su llegada, nunca perdimos. Franco es un jugador muy motivador, de una forma tranquila. Es probablemente el jugador más bondadoso que he conocido." 

UNA VIDA DEDICADA A AYUDAR A LOS DEMÁS

"No tenías que preguntárselo dos veces", dice Gordon. "Si le contabas la situación, era empático con la gente que no era tan afortunada o sana como otros. Siempre respondía. No importaba lo que fuera. Era una persona muy especial. Ver las cosas que había hecho en la comunidad para cualquier causa posible era increíble." 

A partir de 1970, la National Football League (NFL) empezó a conceder un premio anual al jugador que combinará su impacto en la comunidad con su excelencia en el campo. Franco Harris fue el primer jugador de los Steelers en ganar ese premio, y lo ganó nuevamente en 1976. 

"Nosotros lo nominamos, pero la gente ya estaba consciente de lo que él hacía", afirma Gordon. "Su relación con otras personas de la liga y otros jugadores sabían lo que Franco hacía. Hizo muchas cosas de forma anónima. Visitaba un orfanato, o algún centro para discapacitados, y yo lo escuchaba en la televisión. Ese era Franco." 

Y ese sentimiento solidario también aplicaba para sus antiguos compañeros de equipo y a otras personas a las que consideraba sus amigos.

"Era algo fuera de lo común. Muy especial", dijo Gordon. "Lo pongo al nivel de The Chief, 'El Jefe', (Art Rooney Sr.) en cuanto a hacer cosas por la comunidad, hacer cosas para otras personas, y muchas veces hacerlo sin ser reconocido por ello. Hacía algún gesto por alguien, si sabía que alguien estaba en la ruina, un 

exjugador, no era raro que él le enviara un cheque. Era Franco. Una persona especial.

"Te contaré una historia interesante con Myron (Cope)", continuó Gordon. "Cuando Myron estaba bastante enfermo y se encontraba en el Presbyterian Hospital, Franco se enteró. Me llamó y me dijo: '¿Puedo visitar a Myron?', le dije, claro. Fijamos un día, era un viernes a las 3 de la tarde. Franco era notoriamente impuntual. El único momento en el que no llegaba tarde era cuando estaba en el campo de futbol americano. Llega ahí y subimos al área de cuidados intensivos donde estaba Myron, y Myron entraba y salía de conciencia. Estuvo inconsciente la mayor parte del tiempo. Elizabeth, la hija de Myron, estaba conmigo y le dije: "Deja que Franco entre solo". Franco se acercó a la cama de Myron y dijo: 'Myron'. Myron levantó la vista y fue como si de repente alguien hubiera hecho un milagro. Myron levantó la vista y se dio cuenta y Franco le estaba hablando y él le respondía. Myron tenía una sonrisa en la cara que ni te imaginas. Myron pasó unos 15 minutos con él. Fue casi como si lo hubiera resucitado con tan sólo decir su nombre. Cuando Franco estaba saliendo del área de cuidados intensivos había unas ocho o nueve camas más en la unidad y una mujer se acercó a Franco y le pidió que se tomará una foto con su padre porque era un gran admirador suyo. Franco entró y se colocó detrás de la cama para tomarse la foto. Cuando se marchó, todo el personal médico le pidió un autógrafo. Eso era típico de él, y estoy seguro de que ocurrió muchas otras veces de las que no me enteré." 

"Hoy hay un gran agujero oscuro en la comunidad de Pittsburgh." 

Harris ingresó en el Salón de la Fama de Futbol Americano Profesional como parte de la Clase de 1990 y, acorde con la clase de jugador y compañero de equipo que fue, su discurso de aceptación tuvo mucho que ver con otras personas. Y concluyó con un mensaje a los aficionados de los Steelers.

"En aquel momento no sabíamos que estábamos construyendo un sueño así, pero ahora han llegado los resultados y de cualquier modo en el que se vea, es realmente inmensurable y, sin duda, inolvidable", dijo Harris. "Buena suerte y que Dios los bendiga. Muchas gracias. No se olviden de nosotros." 

No hay ninguna posibilidad de eso.

Steelers legend Franco Harris is photographed in the studio

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